octubre 10, 2006

XVIII Feria de Otoño del Libro Viejo y Antiguo

Sí, he vuelto, reincido, no lo pensé, pero ... pasaba por allí y no permito que mis impulsos se frustren, no señor.
Sólo era una hojeada, no buscaba nada concreto, casi nunca busco nada concreto, y, sorpresivamente, los autores o los títulos saltan solos, cojo el primero: es Mario Benedetti, su título "La Tregua", leo el prólogo de Manuel Vázquez Montalbán, me atrae, me lo quedo. Después vendrá Walt Whitman, autor del que expuse públicamente un poema, seleccionado por una amada amiga, y que fue denostado, decapitado, burlado, maltratado, en el ámbito en que lo coloqué -mi amiga me dijo que, posiblemente, me había equivocado de público- y, se demostró que, llevaba razón. Soy tan torpe a veces. En este caso el título es "Hojas de hierba" una antología. Y finalmente veo "La vieja sirena" de Jose-Luis Sampedro, obra que mi amiga en cuestión me había mencionado como la que más la había gustado de dicho autor. Por supuesto lo adquiero, pero ¡ojo! el precio son 12 euros, no está minusvalorado de ninguna de las maneras, para ser una edición del año 1990.
Y al hilo de estas, mis, cosas, me pregunto ¿tendrá que ver conmigo? la afirmación que hacía en un artículo reciente, Suso de Toro, respecto del narcisismo exhibicionista que padecen los escritores, en mayor o menor medida. Él mencionaba el caso cercano de Gunter Gras y su última obra publicada "Las capas de la cebolla" -creo que así es el título-. ¿Será simplemente eso? adoración de uno mismo y exposición pública de ello ¿?
Yo, prefiero pensar que mi intento es más noble, difundir lo que creo saber, despertar el interés por el conocimiento de lo otro, llámese naturaleza, medio ambiente, humanidad, solidaridad, con el convencimiento de que incurriré en errores, pero, pese a ello, prefiero embarcarme, con el coste que ello lleva añadido, y del que ya he tenido algunas pruebas. En fin, todo ello va en el lote, toda yo voy en el lote.

PAQUITA

octubre 09, 2006

Ayto. de Rivas: Homenaje Brigadistas (33.2)

Fui, conmigo vinieron: mi madre, mi hermana y mi sobrina -mi hija trabaja ocasionalmente en un tugurio- y conseguimos entrar gracias a Raúl, un desconocido hasta entonces, miembro de la organización del evento y al que le quedaron 4 entradas de sobra. Porque hacía falta entrada, asunto del que no me preocupé, pese a que se celebraba en un lugar limitado. Limitado a las mil butacas de que dispone el auditoiro Pilar Bardem del municipo de Rivas. Esto mismo le sucedió a otras personas que, creo, al final pudieron entrar cubriendo las ausencias hasta completar el aforo.
Fuera reconocí alguna cara, como la de Luis Pastor y Álvaro de Luna. A los brigadistas y familiares los llevaron en 3 autobuses. Que hermoso porte mantienen aún estos señores, con sus noventa y tantos encima, lo mejor de la raza, casi todos iban por su pie, salvo 3 que se desplazaban en silla de ruedas-una de ellas ocupada por una señora, la única-.
A las 8h 45´de la tarde-noche comenzaba. Inicia José Sacristán y su gran voz, que le precede. Luego Pedro Guerra, de la Asociación Contamíname, nos canta su obra: Huesos, por la recuperación de los extraviados, abandonados en cunetas y demás. Pilar Bardem leyó "Llegada a Madrid de las Brigadas Internacionales" de Pablo Neruda. Aparece en escena alguien que desconozco, el señor que tengo al lado me informa que es Alfaya? y canta una obra dedicada a la realeza. Tras él, Montxo Armendáriz lee un texto enviado por Jose Antonio Labordeta, que no pudo estar presente. Un grupo -3 hombres y una mujer- cantan en alemán y luego en inglés -se les añade otro señor-. Aparece un muchacho joven -como de 25 años- debe ser poeta, hace una glosa a todos los que fueron, los que estuvieron. En octavo lugar aparecen en escena 4 chicas y un chico, cantan de vértigo, primero O bela chao y El ejército del Ebro, ésta última es acompañada por todos los presentes - es la de, ay Carmela. Luis García Montero, acompañado de una niña pequeña, quizás su hija, lee un texto propio. Le sigue Luis Pastor, vecino de Rivas, según mi vecino de butaca, cantando "Mariposa de Noviembre, a pelo, utiliza la parte alta de su pecho como instrumento. Avanza alguien lentamente, ya le veo, es Ángel González, y lee su texto, de entonces, "El campo de batalla". Luego una gallega canta ¿? algo suyo, para acabar Almudena Grandes llenando el escenario con su fuerza.
Cierra el acto un brigadista que habla muy dignamente el castellano, nos cuenta sus avatares, cómo vino aquí, adonde se fue, los campos de concentración que conoció, tantas cosas, hasta que él mismo decide dar por cerrada su biografía.
La ovación final dedicada a ellos fue estupenda, larga, apasionada, emotiva. Y como no, hubo vítores por las Brigadas Intenacionales y por la 3ª República.
A las 10 y media salíamos del auditorio.

PAQUITA

octubre 08, 2006

Micro-relato: Equivocación

Creyó reconocer su cráneo ... esa cabeza ... pero, no, en brazos llevaba un crío y paseaba con su pareja.

PAQUITA